¿Es mi impresión o cada vez más estamos procurando recuperar formas de Tradición y responsables de producción?
Es una cuestión que me viene a la cabeza cada vez que, sin proponérmelo demasiado, me encuentro con historias de personas o grupos de personas que, desde su cotidianidad, viven sus convicciones y valores desde lo tradicional y que, en muchos casos, giran en torno a temas como el Consumo Responsable, la Sostenibilidad, la generación de valor compartido y los negocios inclusivos.
Dentro de esas historias de personas, hace poco me encontré con un documental de Televisión Española llamado “El menú de Koyama”. Y me vino a la mente cómo, en muchas partes del mundo, personas que realizan diferentes actividades procuran mantener sus tradiciones vivas. En el caso del documental, el chef Hirohisa Koyama desde su restaurante en Noruto mantiene en su corazón el hecho de “Atesorar lo antiguo y crear lo nuevo”, algo que procura transmitir a sus comensales en cada una de sus recetas de cocina tradicional japonesa.
Y ya no solo desde su cocina, sino que además mantiene el vínculo con proveedores que también protegen sus tradiciones productivas en diferentes actividades como la fabricación de palillos por el señor Yoshuhiro Koisumi, quien preocupado confiesa que esta tradición, en concreto, desaparecerá, ya que su hijo no quiere hacerse cargo del negocio; también está la elaboración de cuchillos forjados a mano por el señor Takeshi Harema; la pesca con anzuelo llevada a cabo por el señor Yoshiharu Matsuoka; el cultivo de arroz realizado de forma tradicional también por el señor Haruki Ogawa así como el cultivo de los rábanos por el señor Tadashi Kobayashi. Todos ellos hombres mayores que cuidan y mantienen sus tradiciones vivas e intentan su permanencia en el tiempo.
Me viene a la mente otro documental, también de Televisión Española en su serie de Documentales Culturales, “Exploradores del sabor: Portugal”. En este caso, el presentador nos hace un recorrido por diferentes productores ubicados alrededor de Lisboa, artesanos de los alimentos que buscan cuidar y proteger sus costumbres y tradición que también hacen un claro homenaje al Consumo Responsable, a los negocios inclusivos, generando valor compartido así como manteniendo lo tradicional siendo productivos. Rubén Fernández con su elaboración manual de queso de Oveja y Alfredo con la gestión de una agroforestería donde incluye métodos de permacultura son los ejemplos que se mencionan en este capítulo.
Finalmente, atravesando el Atlántico y llegando al Uruguay, me he encontrado con un proyecto muy interesante. Manos del Uruguay es una cooperativa de mujeres artesanas que desde 1968 producen prendas de vestir a base de lana de oveja, elaboradas totalmente a mano y que hoy por hoy exportan a varios lugares del mundo consiguiendo, además el sello de Fair Trade. Me llama mucho la atención el hecho que se dedican de corazón a lo que hacen, una mujer se entrega por completo en la elaboración de una prenda de comienzo a fin, lo que representa la convicción por lo que hacen el querer proteger, de primera mano (nunca mejor dicho) el proceso tradicional con el que elaboran cada una de sus prendas.
Ya hace algún tiempo hice una mención similar con relación a la tradición y trabajos manuales en uno de mis posts: “Técnica y vocación, el trabajo manual como arte” en una serie de videos publicados por la UNESCO y ahora quiero recuperar la andadura retomando viejos gustos de ahondar en aquellas historias de personas, esfuerzos y tradición que aún permanecen en el tiempo a pesar de que los ritmos de la actualidad aparentemente marcan pautas diferentes.
Pocos son, hoy en día los ejemplos que se pueden mencionar, o al menos lo que yo conozco. Es curioso ver cómo hoy por hoy es una fortuna encontrarse con este tipo de personas o proyectos, cuando lo normal, al menos en época de mis padres y abuelos era ver todas estas personas que realizaban su trabajo de forma cotidiana y bueno, debo decir también que poco valor le daba, simplemente porque era algo normal. Ahora hoy, al encontrarme con ello recuerdo mi niñez, los olores, aromas y sensaciones de la tradición que me hacen volver a mis orígenes.
Debo reconocer que, por supuesto, quedan algunos defensores y comunidades que aún luchan por mantener, en el tiempo, esos espacios de tradición, trasladando sus conocimientos de generación en generación y creo que, como consumidores, deberíamos valorar y ser los que nos uniéramos a defender y recuperar la identidad de cada región, ya no solo desde la práctica, sino desde la demanda en sí misma, un consumo responsable que nos lleve a preguntar, a querer saber, a mirar más allá y ver de dónde y cómo están hechas las cosas que consumimos. Construir valor compartido en últimas se trata de eso, de que todos aportemos un granito de arena desde nuestra responsabilidad particular.
By Leumas
2 thoughts on “Recuperando la tradición”
Es curioso que sea un tipo de consumo el que devuelva la identidad robada por otro tipo de consumo. Gran entrada!
Sin duda es muy curioso y a la vez me resulta grato la vuelta a lo tradicional.
Muchas gracias por tu comentario.